No me gusta perder ni a las canicas pero, cuando se habla del tiempo soy una obsesa, me encanta gestionar mi tiempo, cada hora, minuto y segundo son muy valiosos para mi. Todo debe estar bajo control. Es cierto que hay veces que todo no se puede controlar, hay que dejarle espacio a la improvisación…aunque no me resulte sencillo!!
La vida es como un juego, un enorme tablero lleno de fichas. Parece sencillo pero la realidad es muy compleja. A veces te encuentras en una tirada que de antemano sabes que va a ir mal ¿por qué lo hacemos tan difícil? Quizás porque mientras jugamos nos evadimos, nos divertimos y disfrutamos de cada movimiento como si el mañana no existiera. Disfrutamos del camino que andamos aunque después nos arrojamos por el precipicio, nos hacen jaque maque mate y nos dejan totalmente fuera de juego.
En ocasiones, sabes que algo te puede hacer daño, que te lo hará, que no va a ningún sitio…pero te arriesgas y te dejas llevar ¿qué sería de nosotros si en esta vida no nos cayésemos para levantarnos? La vida es un camino lleno de piedras, pero ahí radica parte de su emoción, pues a mi me encanta jugar con todos esos baches y fichas, y saber que si me caigo siempre me podré levantar. No, no soy masoca, tampoco me considero ilusa. Es más, creo que dentro de mi locura soy una persona sensata y racional pero, a veces y solo a veces se me desconecta el clic y juego a arriesgar. Pero eso no es perder mi tiempo, eso es ganar, gano en experiencias y emociones aunque yo, y solo yo soy la que debe decidir cuando apostar.
Deja una respuesta