Vivimos en una sociedad que ha cambiado muy rápido. En los últimos años hemos modificado la forma de comunicarnos e introducido en nuestras vidas otros canales de comunicación paralelos a los habituales. Podríamos citas nombres de redes sociales: Facebook, la más popular; Twitter, ganando terreno; Tuenti, para los adolescentes ¿?; LinkedIn, para hacer networking…. Y así continuar con la lista y hacerla kilométrica. Mi duda es: ¿sabemos hacer uso de estas herramientas? Hablemos de Facebook, la red social por excelencia, esa en la que muchos usuarios tienes abiertos sus contenidos, perfiles públicos y en la mayoría de las ocasiones por completo desconocimiento.
Acabo de escuchar por televisión un noticia que me ha llamado la atención: una mujer de Madrid sentenciada por hacer por colgar una foto en la que llevaba una camiseta con el lema: “Mi exmarido es un gilipollas”. La mujer debe pagar 1.000€ y estar ocho dias recluida en su domicilio. Su exmarido no era amigo de la mujer en Facebook, esta asegura que su perfil no era público es decir, tenía acotada su privacidad. Es posible que alguno de sus supuesto “amigos” en Facebook, mostraron las imágenes al exmarido.
La noticia en un principio me ha parecido cómica, he sonreído al escucharla y pensado: anda que…. pero enseguida he reflexionado, es un comportamiento habitual, esta mujer no es la única que realiza acciones dentro de las redes sociales sin conocer cuáles pueden ser las consecuencias. Cada vez más los usuarios pensamos que dentro de la red todo vale pero, está claro que no es así, no lo digo yo, lo dice el Juez. Mucha gente se escuda en la frase: «Es mi muro y cuelgo lo que yo quiero». Es tu muro si pero, ¿conoces la política de privacidad de estos espacios? ¿Sabes quiénes son tus amigos? ¿Los riesgos a los que te expones?
Esta noticia, es solo un ejemplo pero, todo ha cambiado tan rápido que la alfabetización digital a diferentes niveles la necesitan tanto niños, adolescentes y mayores. Los adultos deberían tener iniciativa e informarse de lo que se puede y no se puede realizar en los canales que acostumbran a usar. Los adolescentes, los niños, las nuevas generaciones en general convendrían ser formados desde las escuelas. Si esto se hubiese llevado a cabo ya, la alfabetización digital cada vez estaría un poco más avanzada pero, seguimos creando individuos en institutos y universidades sin alfabetizar.
Fuente de la imagen: http://www.publico.es
23 de febrero de 2012 at 14:59
Esta claro que hay un gran desconocimiento acerca de qué se puede y qué no se puede hacer en internet y por qué no decirlo, hay una falta de regulación normativa muy importante, de lo cual me alegro enormemente, ya que cuando a los estados les da por legislarlo todo suelen joder bastante el invento. Así que lo único válido es lo de siempre: código civil + código penal + derechos fundamentales de las personas (intimididad, no discriminación, etc) con el «agravante» que en internet, por muy anónimo que parezcas, es facílisimo dar contigo por parte de la policía y va a dar igual si haces algo y luego lo borras o lo modificas, todo queda grabado y es muy fácil demostrar que tal o cual cosa han sido obra tuya (a menos que tomes las medidas necesarias).
Personalmente prefereriría un internet con menos reglas, tal cual lo conocí en 1996, habrá que ver en que se ha convertido en 2026. El caso que has puesto de la foto de la mujer me parece una gilipollez como para condenar a alguien, por mucho que «vulnere» sus derechos.
Saludos.
23 de febrero de 2012 at 15:24
Buenas Rastafari, ¿te alegras de la falta de regulación? Está claro que al ciudadano de a pie y en los tiempos actuales nos beneficia pero, a largo plazo puede suponer un problema considerable.
Dejando a un lado las preferencias personales, todo ha avanzado mucho desde el 96 con lo cual la reglamentación debería actualizarse también.
La noticia no es más que un ejemplo del desconocimiento y la desregulación que afecta en este sector, a mí personalmente tampoco me parece justa la sentencia pero…por ahora es lo que hay.
Un saludo y gracias.
14 de marzo de 2012 at 9:23
Muy bien escrito el post Miriam!
Mi opinión es que la gente en general no sabe de leyes, y por lo tanto el desconomiento acerca de lo que se puede hacer o no hacer no solo ocurre en el ámbito digital de Internet, también ocurra en la vida cotidiana, y pongo el primer ejemplo que se me viene a la cabeza, «una comunidad de vecinos», la gente no sabe donde terminan sus derechos y donde empiezan los de su vecino, o a lo mejor es que no estan interesados en conocer estos límites…
Otra cosa, la foto de la ovejita esta muy chula, es super original. 🙂
Saludos.
14 de marzo de 2012 at 14:39
Buenas Antonio, cuánta razón tienes!! Hay veces que los ciudadanos prefieren vivir en una ignorancia consciente, no están interesados en saber dónde están los límites pero cuando ocurre algo como lo mencionado en el post (por poner un ejemplo), es cuando realmente saltan las alarmas.
Me gusta que te guste la foto 🙂
Un saludo.